Entrevista a José Francisco García Romo,
presidente de la Asociación Española de Alpinistas con Cáncer.
Va a cumplirse un mes de las I Jornadas Montañas
para la Esperanza, ¿Qué balance sobre las mismas hacéis desde la AEAC?
Bueno, pues a decir
verdad estamos bastante satisfechos, no siempre se puede contar con un espacio
como el ofrecido por el Hospital Clínico San Carlos a través del Aula Zarco.
Pudimos donar la biblioteca compuesta por unos 100 libros, todos ellos contribuciones
de autores de montaña.
Los conferenciantes
han estado maravillosos, ayudando y solidarizándose con nuestro proyecto, en
fin si tuviéramos que poner un pero sería el de la asistencia de público, esperábamos
muchísima más, no sé si habrán influido los horarios o que se realizasen en un
hospital, pero hubo mucha menos gente de la que esperábamos.
Yo que soy asiduo a
Jornadas de Montaña, otros eventos similares a este, con figuras a lo mejor no
tan relevantes como las que propusimos, siempre están llenos a rebosar, también
quiero quejarme del poco eco que hemos tenido en la prensa especializada,
personalmente contaba con algo más de ayuda por su parte, pero no ha sido así,
en este punto conviene recordar que no somos enfermos, somos deportistas y como
tal queremos que se nos trate. A veces sigo pensando que la palabra CANCER
sigue produciendo pavor, y que no sea así es nuestra lucha.
¿Repetiréis el año
que viene?
Si, nuestra intención
es esa, desde el Hospital se nos ha ofrecido organizar las II Jornadas para el
año 2013, y bueno si todo sigue por este camino allí estaremos intentando
hacerlo mejor que este año.
¿Y ahora qué?
Tenemos muchos planes
de futuro que veremos si se pueden concretar, somos gente normal y corriente
que tiene sus trabajos y obligaciones diarias, todo lo que hacemos es quitándonos
tiempo de nuestra vida, pero creo que el esfuerzo merece la pena. Sin ir más
lejos yo he tenido que desconectar casi un mes entero después de las Jornadas
para poder retomar mi vida normal…y ahora que lo he conseguido empezare a
perderla otra vez.
¿Puedes concretarnos
algo más?
Para el año que viene
queremos crear un club de montaña, el Club de Montaña de la AEAC, con el fin de
poder estar en contacto de manera real con nuestros simpatizantes, aficionados
y deportistas afectados por la enfermedad; pensamos que el compartir
experiencias puede ser una muy buena terapia de grupo para todos nosotros.
Luego está el
documental que queremos grabar este verano en el Pico Pobeda y que durante los últimos
meses ha estado en la cuerda floja.
¿Qué es lo que ha
ocurrido?
Cuando nos planteamos este
proyecto creo que lo hicimos más con el
corazón que con la cabeza y poco a poco vas viendo todos los condicionantes que
ello supone, desde el dinero necesario, gente, tiempo, material. La AEAC es un
ente pequeño y que no recibe ningún tipo de subvención, todo lo costeamos
nosotros mismos, si al final sale adelante será por la participación
completamente desinteresada de cámaras, guionista, músico, montador, etc. Gente
que se ha ofrecido a colaborar en el documental sin cobrar ni un duro. Todavía
es un sueño pero creo que lo conseguiremos, si todo marcha bien yo partiré
hacia Kirguistán a últimos de Junio con el fin de poder aclimatar en el Pico
Lenin, mucho menos peligroso que el Pobeda y así intentar este ultimo en estilo
alpino.
¿Nos puedes avanzar
algo de la historia?
Si, nuestra pretensión
es rodar un documental de montaña diferente, más humano y personal, en el que
si no llegamos a la cumbre no sea un fracaso, en el que lo importante sea la
historia en sí. Nos llevamos con nosotros a una superviviente de Cáncer de
pecho, Merche, ella no es alpinista y vivirá el intento de ascensión desde el
Campo Base, queremos contar la historia a través de sus ojos, saber sus
inquietudes y sentimientos, además portamos una bandera de la comunidad
valenciana, a la que ella pertenece, firmada por un grupo de mujeres de la
asociación Amacma 8 también afectadas por la enfermedad.
Cuéntanos algo acerca
de tu compañero de cordada.
En principio
intentaremos subir mi amigo Andrei y un servidor. Andrei es de Uzbekistán y
lleva trabajando muchos años como guía en la zona, hace dos años se vio
sorprendido por una gran tormenta cuando bajaba de hacer cima en el Pobeda con
unos clientes. Se vieron atrapados a más de 6000 metros durante varios días y
al final pudieron ser rescatados por un helicóptero, Andrei sufrió severas
congelaciones que se tradujeron en la amputación de parte de todos sus dedos de
las dos manos. Lo ha pasado mal y el verano pasado cuando nos encontramos le
hable de la idea y le gusto, el sí que es un verdadero superviviente.
¿Sigues algún entrenamiento
especial?
Por desgracia casi no
tengo tiempo para entrenar, he empezado a andar y a correr pero el horario de
mi trabajo no me permite planificar nada, así que lo hago cuando puedo. Pasare
un mes en el Pamir haciendo montaña, espero que sea suficiente.
¿Un deseo?
Que se sigan apoyando
e incentivando las investigaciones contra el Cáncer.
¿Un sueño?
Ver crecer a mi hija.
¿Quiere añadir algo
más?
Dar ánimo a todos
aquellos que sufren la enfermedad, que no decaigan y sigan luchando. El espíritu
con que se afronta es muy importante y bajo mi experiencia personal, hablar,
hablar sobre el tema, que no se enquiste dentro de nosotros.
Y que aquí estamos
para lo que necesitéis…
Lourdes Sánchez
Madrid Abril 2012